Resumen
En 2023, se produjeron una serie de eventos climáticos y políticos que impulsaron en parte la agenda global sobre clima y salud, al tiempo que expusieron disparidades y vulnerabilidades significativas ante los eventos climáticos. En el ámbito político, un avance destacado fue la inauguración del Día de la Salud en la COP28, que reconoció los profundos impactos del cambio climático en la salud. Sin embargo, el primer Balance Global mostró una brecha importante entre los avances actuales y los objetivos del Acuerdo de París, lo que subraya la urgente necesidad de acciones más decididas. Desde una perspectiva latinoamericana, surgen preguntas clave: ¿Cómo lograr el cambio necesario? ¿Cómo abordar las vulnerabilidades climáticas en una región con profundas desigualdades sociales? ¿Cómo promover la colaboración intersectorial para enfrentar un problema tan complejo como el cambio climático? El debate sigue abierto y, en muchos casos, apenas comienza. En respuesta a la necesidad de una mayor colaboración en una región con significativas desigualdades sociales, incluidas las capacidades de investigación y financiamiento, el centro regional Lancet Countdown Latinoamérica (anteriormente Lancet Countdown Sudamérica) amplió su alcance geográfico para incluir a México y cinco países de Centroamérica: Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Panamá.
El centro es una colaboración independiente y multidisciplinaria que rastrea los vínculos entre salud y cambio climático en América Latina, siguiendo la metodología global del Lancet Countdown en cinco áreas temáticas. Su trabajo se basa en el compromiso de 23 instituciones académicas regionales, agencias de Naciones Unidas y 34 investigadores que contribuyen con su tiempo y experiencia. Basándose en el primer informe, el informe 2023 del Lancet Countdown Latinoamérica presenta 34 indicadores que analizan la relación entre salud y cambio climático hasta 2022, con el objetivo de proporcionar evidencia para la toma de decisiones públicas que mejoren la salud y el bienestar de las poblaciones latinoamericanas y reduzcan las desigualdades sociales a través de acciones climáticas centradas en la salud. El informe muestra que las poblaciones latinoamericanas continúan enfrentando una creciente exposición a condiciones climáticas cambiantes. Se ha observado una tendencia al calentamiento en todos los países de la región, con impactos directos severos. En 2022, las temperaturas ambientales fueron, en promedio, 0.38 °C más altas que en el período 1986-2005, con Paraguay experimentando la mayor anomalía (+1.9 °C), seguido de Argentina (+1.2 °C) y Uruguay (+0.9 °C). Entre 2013 y 2022, los lactantes estuvieron expuestos a un 248% más de días de olas de calor, mientras que las personas mayores de 65 años estuvieron expuestas a un 271% más de días de olas de calor en comparación con 1986-2005. El informe destaca la necesidad de políticas públicas intersectoriales que aumenten la resiliencia climática, reduzcan las desigualdades sociales, mejoren la salud de la población y disminuyan las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Sin embargo, las políticas de adaptación en América Latina siguen siendo débiles, con una necesidad urgente de evaluaciones de vulnerabilidad y adaptación (V&A) para abordar eficazmente los riesgos climáticos. Hasta 2021, Brasil es el único país que ha completado y reportado oficialmente una evaluación de V&A a la Encuesta Global de la OMS de 2021, mientras que Argentina, Guatemala y Panamá las han realizado, pero sin reportarlas oficialmente. Además, la integración entre los sectores meteorológico y de salud sigue siendo insuficiente, con solo Argentina, Brasil, Colombia y Guatemala reportando algún nivel de colaboración. A pesar de la necesidad urgente de acción, el progreso en la expansión de espacios verdes urbanos ha sido mínimo desde 2015, y la financiación para proyectos de adaptación climática en América Latina ha disminuido, con una caída del 16% en los fondos asignados por el Fondo Verde para el Clima en 2022 en comparación con 2021. El informe también resalta que la transición energética en América Latina es desigual. Si bien las energías renovables han crecido un 5.7% en promedio entre 1991-2000 y 2011-2020, la generación eléctrica a partir de carbón ha aumentado un 2.6% en el mismo período. Además, el 46.3% de la población rural en Centroamérica y el 23.3% en Sudamérica carecían de acceso a combustibles limpios para cocinar en 2022, con una fuerte dependencia del gas licuado de petróleo (GLP). La contaminación del aire sigue siendo un problema crítico en la región, con 11 países latinoamericanos dentro de los 100 más contaminados del mundo en 2022.
El informe concluye que, para avanzar hacia un desarrollo resiliente al clima centrado en la salud, los países latinoamericanos deben acelerar la transición energética, fortalecer los sistemas financieros para la financiación climática, y promover políticas de mitigación y adaptación que también reduzcan las desigualdades sociales y mejoren la prosperidad de la población.
El centro es una colaboración independiente y multidisciplinaria que rastrea los vínculos entre salud y cambio climático en América Latina, siguiendo la metodología global del Lancet Countdown en cinco áreas temáticas. Su trabajo se basa en el compromiso de 23 instituciones académicas regionales, agencias de Naciones Unidas y 34 investigadores que contribuyen con su tiempo y experiencia. Basándose en el primer informe, el informe 2023 del Lancet Countdown Latinoamérica presenta 34 indicadores que analizan la relación entre salud y cambio climático hasta 2022, con el objetivo de proporcionar evidencia para la toma de decisiones públicas que mejoren la salud y el bienestar de las poblaciones latinoamericanas y reduzcan las desigualdades sociales a través de acciones climáticas centradas en la salud. El informe muestra que las poblaciones latinoamericanas continúan enfrentando una creciente exposición a condiciones climáticas cambiantes. Se ha observado una tendencia al calentamiento en todos los países de la región, con impactos directos severos. En 2022, las temperaturas ambientales fueron, en promedio, 0.38 °C más altas que en el período 1986-2005, con Paraguay experimentando la mayor anomalía (+1.9 °C), seguido de Argentina (+1.2 °C) y Uruguay (+0.9 °C). Entre 2013 y 2022, los lactantes estuvieron expuestos a un 248% más de días de olas de calor, mientras que las personas mayores de 65 años estuvieron expuestas a un 271% más de días de olas de calor en comparación con 1986-2005. El informe destaca la necesidad de políticas públicas intersectoriales que aumenten la resiliencia climática, reduzcan las desigualdades sociales, mejoren la salud de la población y disminuyan las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Sin embargo, las políticas de adaptación en América Latina siguen siendo débiles, con una necesidad urgente de evaluaciones de vulnerabilidad y adaptación (V&A) para abordar eficazmente los riesgos climáticos. Hasta 2021, Brasil es el único país que ha completado y reportado oficialmente una evaluación de V&A a la Encuesta Global de la OMS de 2021, mientras que Argentina, Guatemala y Panamá las han realizado, pero sin reportarlas oficialmente. Además, la integración entre los sectores meteorológico y de salud sigue siendo insuficiente, con solo Argentina, Brasil, Colombia y Guatemala reportando algún nivel de colaboración. A pesar de la necesidad urgente de acción, el progreso en la expansión de espacios verdes urbanos ha sido mínimo desde 2015, y la financiación para proyectos de adaptación climática en América Latina ha disminuido, con una caída del 16% en los fondos asignados por el Fondo Verde para el Clima en 2022 en comparación con 2021. El informe también resalta que la transición energética en América Latina es desigual. Si bien las energías renovables han crecido un 5.7% en promedio entre 1991-2000 y 2011-2020, la generación eléctrica a partir de carbón ha aumentado un 2.6% en el mismo período. Además, el 46.3% de la población rural en Centroamérica y el 23.3% en Sudamérica carecían de acceso a combustibles limpios para cocinar en 2022, con una fuerte dependencia del gas licuado de petróleo (GLP). La contaminación del aire sigue siendo un problema crítico en la región, con 11 países latinoamericanos dentro de los 100 más contaminados del mundo en 2022.
El informe concluye que, para avanzar hacia un desarrollo resiliente al clima centrado en la salud, los países latinoamericanos deben acelerar la transición energética, fortalecer los sistemas financieros para la financiación climática, y promover políticas de mitigación y adaptación que también reduzcan las desigualdades sociales y mejoren la prosperidad de la población.
Idioma original | Inglés |
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Número de artículo | 100746 |
Publicación | The Lancet Regional Health - Americas |
Volumen | 33 |
DOI | |
Estado | Publicada - may. 2024 |
Publicado de forma externa | Sí |
Nota bibliográfica
Publisher Copyright:© 2024 The Author(s)
Palabras clave
- Adaptación
- América Central
- América del Sur
- Cambio climático
- Economía
- Impactos
- Mitigación
- Política
- Riesgos para la salud
- Salud
- Factores climáticos